Corrían los últimos días de mi estancia en Madrid, mientras el coronavirus recién contaba sus primeros casos en el país. Había tenido la oportunidad de ir becado a realizar un curso de tecnologías Microsoft y bueno, cuando ya llegaba su fin, sentía que tenía una deuda pendiente, algunas fotografías pendientes realmente.

Aquel día fue cuando los anocheceres me comenzaron a gustar más que los atardeceres.

Debido a que me mi piso estaba a las afueras de la ciudad, no había tenido mucho tiempo para ir nuevamente a este parque desde los primeros días, cuando con mis nuevos compañeros buscábamos un piso para rentar. Antes de eso, en septiembre del 2018 había tenido un breve paso por la ciudad.

Realmente estas fotos fueron gracias a mi mala suerte. La hora en la cual pretendía llegar al Parque del Retiro se retrasó más de la cuente debido a que el bus para acercarme a Madrid desde el sector de Las Rozas -lugar donde arrendaba piso con mis compañeros- se demoró en pasar.  Ya llegando a Moncloa, sigo las instrucciones de Google Maps y cojo el carril en la estación circular (vaya que escuché conjugación del verbo coger -tomar en nuestro caso- en ese tiempo). Alrededor de 6 estaciones más tarde me doy cuenta que iba en sentido contrario, así que a retroceder y aguantar al menos unas 14 de vuelta antes de hacer el transbordo a la otra línea.

De todas manera lo anterior es algo entendible si no estás en tu país, pero ya llevaba 4 meses en España, así que sólo puedo culpar a las instrucciones de Google Maps 😅.

Tantos lugares por fotografiar en este inmenso parque, pero las fotos sacadas en mi primer paso en el país  me habían quedado varias de ellas quemadas -partes blancas debido a la luz-, claro, quizás me hubiera servido haber comprado al menos un filtro para los lentes antes de salir del país😅. Debido a esto sentía que tenía una deuda pendiente.

En fin, este reencuentro con este parque me emocionó desde el primer minuto. Tras haber llegado después de varios tropiezos, nunca creí que volvería a estar dos veces en un lugar tan alejado de casa, es extraña esa sensación y lo mejor, quedé feliz con esta sesión de fotos nocturnas - un par de ellas estás viendo ahora, son muchas más-.

Para finalizar, comento que sé que no hay mucho orden en el texto -además de párrafos apartes que deberían estar seguidos-, pero por ahora me importan las fotos. El texto quiero dejarlo menos denso; si no, ni yo terminaría leyendo esto... eemmm faltas de ortografía no las dejaré pasar sí, no soy tan millenial para eso.

PD: Y si no te gustan las fotos, a mí sí, después de todo existe el dicho que para ninguna madre su hijo es feo 😂.